Compartimos la crónica correca de nuestro socio Pedro Alonso Ferrer, finisher en la Zegama-Aizkorri 2024 celebrada el domingo 26 de mayo, una de las grandes carreras de trail del panorama internacional y que solo deja participar a unos pocos elegidos cada edición.
“Con bastantes nervios aparecí por zegama el sábado 25 por la tarde a recoger el dorsal y ya apuntaba que el domingo sería un día de masificación de gente, pues no pudimos llegar a los aparcamientos habilitados y tuvimos que parar en el pueblo de antes para subir con autobús. Ese día recogimos el dorsal y vuelta al hotel a unos 20 minutos de zegama.
El domingo, me levanté a las 6:30 para desayunar, dado que la carrera empieza a las 9, y no hay que madrugar mucho. El tiempo era perfecto, nublado pero sin esperar lluvia, ( madre mía que iluso)
Llegamos sobre las 7:45 a Segura, pueblo a 6 kms de zegama, pero aunque llevábamos distintivo de corredor, no pudimos pasar y me bajé del coche para subir andando, teniendo suerte de que un coche de la organización me subiera y a las 8:30 estaré en la salida.
Llegar a zegama el día de carrera es brutal, ambiente espectacular y cualquier que disfrute del trail debe vivirlo, y si además puedes correrla mejor.
Salida a las 9 y para arriba, en el kilómetro 1’5 ya teníamos 200+ de desnivel, pero eso es zegama, los metros positivos suben sin darte cuenta. Luego un buen recorrido limpio y subiendo pero no excesivamente. A partir del 13, empieza la subida al aratz y esa si es disfrutona porque vas fuerte aún, y al llegar al pico niebla intensa que no permitía ver más de 50 metros. A partir de ahí había que correr para pasar uno de los temidos cortes de paso, la ermita de Sancti spiritu, kms. 19’5 en 3 horas 15 minutos que pase en 3 h 11. Después de esto uno cree que todo es más fácil pero no es así, cada kms. es más duro.
Llegamos a la subida más conocida de zegama, y que yo pasé de los últimos y aún habia muchísima gente, es espectacular como te sube la gente, incluso se hace corto. Luego el problema es que engancha con la subida al aizkorri y una vez arriba llevas 22 kms con 2100+. Una locura.
Posteriormente llegó el momento del crestería, donde lo pasé francamente mal con mucha piedra. Y cuando llegas al Aketegi y crees que todo está hecho, empieza a llover y ponerse el suelo feo, donde mantenerse en pie era difícil y además juntas que se te van acercando los corredores de cierre de carrera apretando. Hasta el 35 lo pasé dificil con mucha presión, hasta que llegamos a pista forestal ancha y con bajada limpia y con poca pendiente que dejaba correr, llegando a meta en 7 horas y 50 minutos, en la posición 400 de 405 llegados.
En definitiva debo decir que cualquier amante del trail debe estar allí una vez y que como corredor es una pasada de carrera, nunca te falta animación aunque esté lloviendo y estes en medio de la nada.
Y que si no lloviera zegama no sería zegama.
Agradecer a mi mujer María Jesús mocholi por apoyarme y a mis hijas por aguantarme los viajes.”